Aspectos Relevantes
Los panameños celebramos hoy, 3 de noviembre, la fundación de la República cuando nos separamos de Colombia en 1903.
Este día tuvo lugar la proclamación de la independencia en la ciudad de Panamá, decisión que halló inmediatamente respaldo en el resto del país y los panameños de consumo declararon este territorio como un Estado independiente y soberano con el nombre de la República de Panamá.
La unión a Colombia, lejos de contribuir a mejorar las condiciones de vida de los istmeños, las había deteriorado de manera palpable, a lo cual contribuía la devastación producida por la Guerra de los Mil Días, que no era sino la fuente de mayores desgracias para la población de este territorio.
Los patricios que actuaron en su momento histórico, que ocuparon el puesto en el estadio del tiempo que le tocó vivir, se inspiraron en el tradicional sentimiento nacionalista de los pueblos y reclamaron a la humanidad el derecho natural que la Patria, llamada Panamá tiene reservado en los espacios de los pueblos del mundo, la franja geográfica por donde habría de construirse un canal, es patrimonio de esta nación así lo entendieron los próceres y así lo aceptaron los panameños.
La redacción del documento histórico ( Acta de Independencia del Istmo ), que contiene esta proclamación fue enconmendada en la mañana del histórico día 3, por el propio jefe de la revolución, Don José Agustín Arango, a un eminente jurista panameño de figuración destacada en la vida política del país, el Dr. Carlos Antonio Mendoza, prominente figura del Partido Liberal istmeño.
En aquella época, Panamá había sido condenada al aislamiento por el gobierno colombiano, el que no sólo la había abandonado en el desarrollo económico y espiritual, sino que la había convertido en un escenario de guerra y conflicto que terminó por hastiar al pueblo panameño.
El Consejo Municipal se reunió entonces y proclamó en un acta la voluntad del pueblo de ser libre y de establecer un Gobierno propio, independiente y soberano, sin la subordinación a Colombia ni a ningún otro país.